Nuevo castro en Antrialgo - Piloña - Asturies
Artículo puesto en línea el 5 de septiembre de 2013

por Prenseru

http://www.elcomercio.es/v/20130904/oriente/antrialgo-presenta-castro-20130904.html

ORIENTE

Antrialgo presenta su castro

04.09.13 - 00:18 - ENRIQUE CARBALLEIRA | INFIESTO.

Los autores localizaron previamente dos piedras con grabados de la cultura castreña integrados en la fachada de una vivienda próxima al yacimiento
Documentan un nuevo asentamiento en Piloña no catalogado hasta la fecha
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No estaban buscando el ’tesoro de los moros’, pero encontraron algunas joyas arqueológicas. La aparición de dos bloques pétreos en la localidad piloñesa de Antrialgo ha llevado a tres especialistas asturianos a publicar un artículo de investigación en el que identifican un nuevo asentamiento castreño en el entorno de esta población. Se trata de un elemento patrimonial que no se hallaba catalogado hasta la fecha. El artículo forma parte de los contenidos de la revista ’Asturies, memoria encesa d’un país’, que edita la Fundación Belenos.

Los autores del hallazgo, Alberto Álvarez Peña, Daniel Cueli Canto y Xuan S. Fernández Piloñeta, localizaron dos piedras que contaban con grabados que apuntaban directamente a este tipo de construcciones. A partir de ahí, las fuentes de información se fueron ampliando, incluyendo incluso algunas narraciones orales con cierto carácter mítico, pero que definían lo que podían haber sido los orígenes de esta construcción antigua.

Antrialgo es una localidad situada junto a Villamayor, cuyo nombre está ligado al agua, a través de la voz latina ’intraticum’, que significa «entrada o desembocadura». Se encuentra situado junto al río Piloña, precisamente en una zona cercana a donde tiene lugar la desembocadura del río de La Goleta. Precisamente la localización de esta formación castreña guarda una relación directa con estos ríos. El castro que ahora se documenta se encuentra situado al oeste de la localidad, a unos doscientos cincuenta metros de una casería conocida precisamente con el nombre de ’El Castru’.

Según relatan los autores, durante el pasado mes de marzo se desplazaron a Antrialgo con la intención de encontrar un bloque de piedra del que les habían hablado y que podría presentar características castreñas. «Dimos con unos vecinos que no sólo lo tenían integrado en la fachada de una casa de su propiedad, sino que también nos mostraron otra pieza parecía que también estaba ubicada en la pared», recuerdan. Estos vecinos les pusieron sobre la pista del asentamiento castreño al que pertenecían estos elementos arqueológicos. El piloñés Daniel Cueli apunta que este yacimiento se denomina ’El Castillón’, nombre que en el pueblo le dan a una zona próxima en la que hay mucha piedra, «y donde parece que hubo un torreón o un castillo».

Referencias anteriores

Estas informaciones, recogidas en marzo, coincidían con las dos únicas referencias escritas que se han hallado sobre el tema y que son muy limitadas. La primera de ellas aparece en el famoso diccionario de Madoz, donde se habla de que «sobre una colina que domina al pueblo de Antrialgo, existen las ruinas de un castro que se cree era de época de los árabes». La segunda referencia pertenece al historiador piloñés Andrés Martínez Vega, que señaló que cerca de Antrialgo «se localiza el llamado Castiellu, antiguo asentamiento de una torre defensiva hoy desaparecida, que se levantaba en el solar de una construcción castreña».

Con estos datos, Cueli Canto, Álvarez Peña y Fernández Piloñeta se acercaron a la zona y recorrieron el lugar, llegando a la conclusión de que «estábamos sin duda ante un asentamiento castreño no catalogado hasta el momento, ya que no aparece en la Carta Arqueológica de Piloña ni en ninguna obra de referencia». El objetivo de dar a conocer los detalles de los elementos localizados en el castro no es otro que «dar cuenta de lo que allí vimos, informar sobre la localización de los dos bloques de piedra y dejar abierto el camino a nuevas investigaciones en la zona», explica Daniel Cueli.
El asentamiento castreño tiene forma alargada y «es bastante llano, con excepción del extremo más occidental, donde el terreno es más irregular probablemente debido a que allí se ubican los restos de las casas que formaban el pueblo». Según apuntan los autores del estudio, «está protegido por un muro con una anchura de unos 2,5 ó 3 metros, que se distingue perfectamente en la parte más occidental del castro, rodeándolo por el sur y por el oeste, en la zona donde mejor se aprecia la construcción defensiva y donde existe un montón de piedra que argayó». El muro se habría realizado directamente utilizando cantos rodados, «poco o nada trabajados», extraídos del río Piloña.

La localización del castro guarda relación con sus posibilidades defensivas naturales, «por el sur el río Piloña que se encuentra sólo a 50 metros en línea recta, pero con un desnivel mínimo de otros tantos metros que hacen que el acceso por ese frente sea muy difícil; lo mismo que por el oeste y por la parte norte, rodeada en este caso por el río de La Goleta». El acceso natural al castro sería por el extremo oriental, desde la actual localidad de Antrialgo.

El estudio sobre el castro piloñés también incluye una pequeña leyenda, narrada por una vecina, Marigel Carús Miranda, de sesenta años de edad y natural de Antrialgo, en la que explica que «pel camín que va dar a El Castillón hai un sitiu que llamen La Peñona, que ta enriba mesmo del ríu onde hai una cueva na que dicíen qu’había dineros guardaos dientru d’un pelleyu de güé pintu. Más p’arriba hai un sitiu que llamen El Castru y más p’allá, El Castillón, onde dicíen qu’había un castillu enterráu y un tesoru de los moros».