Colección de fotos del monumento natural de Zeluán
Artículo puesto en línea el 2 de enero de 2011

por Prenseru

http://www.lne.es/aviles/2011/01/02/tiempo-llevo-zeluan/1014637.html

Lo que el tiempo se llevó en Zeluán

Ricardo García atesora una importante colección de fotos del monumento natural que refleja los cambios sociales y paisajísticos de la localidad

Foto: Lo que el tiempo se llevó en Zeluán

Myriam MANCISIDOR

En Zeluán lo que hay ha cambiado, como decía aquel «20 de abril» de los «Celtas Cortos». Ricardo García Iglesias, más conocido por «Rico», tiene pruebas de la transformación de esta localidad gozoniega en la que nació y se crio. Iglesias, que ahora vive en una casa de Laviana con vistas privilegiadas a la desembocadura de la ría de Avilés, es hijo de buzo y amante de los barcos que atracan en los muelles locales. Otras de sus pasiones son la cartografía y la fotografía, una afición que desarrolla como coleccionista desde hace más de diez años. En este tiempo ha reunido más de 10.000 fotos, muchas de ellas de Zeluán, un oasis que en 2002 recibió el título de monumento natural, pero este enclave no se libra, pese a toda protección, de los azotes de las industrias.

Iglesias ha recreado mapas de la ría de Avilés como el de Antonio Alcalá, una carta náutica que se considera el primer plano científico del estuario. Data de 1796 y el original se conserva en el Museo Marítimo de Luanco. En este plano se aprecia, entre otras cosas, una gran duna en Salinas adornada por un «mar» de pinos ahora erosionada. Otro mapa, de 1901, muestra aquella época en la que el río Vioño desembocaba donde actualmente hay un pequeño entrante situado junto a la depuradora. «Zeluán cambió mucho. Nací aquí hace casi 57 años y aquí vivían entonces unos veinte vecinos de dos o tres familias. El pueblo estaba muy unido», explica. Como curiosidad, en esta localidad gozoniega se plantaba trigo, algo inusual en otros puntos de la costa central asturiana.

¿Y a nivel paisajístico? «Los cambios también son llamativos. Había una gran duna donde ahora hay unas instalaciones deportivas y, según cuentan los mayores, se podía ir en lancha hasta Llaranes cuando coincidían las mareas. La carretera al faro se construyó en 1905», recuerda este hombre, que ahora intenta documentar cada una de las imágenes que guarda celosamente en discos duros. Y es que Zeluán era mucho Zeluán. Había un banco que los lugareños bautizaron con el nombre del «de la paciencia». «Era donde se sentaban los vecinos a charlar, donde se reunían cada día», explica Ricardo Iglesias. También había chalanos -uno de los primeros se llamó «Adolfo Elvira»-, que comunicaban la pequeña localidad con Avilés. Y una isla, la de San Balandrán, que se dragó en la primera mitad de los años cuarenta. Un sistema dunar completaba el paisaje.

«Había mucha pobreza, los caminos tenían un montón de baches..., pero aquellos tiempos se recuerdan con nostalgia», asegura Ricardo García. Corrobora, además, que con la instalación de la tubería de Ensidesa, que tenía como fin llevar las cenizas de la térmica a Maqua para rellenar en las marismas de Llodero y Zeluán, la pequeña localidad se tiñó de negro.

¿Y la charca de Zeluán? Este espacio se creó de forma artificial -y de casualidad, según algunas voces- en los años setenta. La bocana de la ría también sufrió muchos cambios por aquel entonces: era mucho más estrecha que actualmente, porque las dunas de El Espartal casi la cerraban. El sistema dunar llegaba hasta Las Arobias. Con el paso de los años Zeluán fue transformándose. Se perdió el banco «de la paciencia», y la playa de San Balandrán, antaño abarrotada de bañistas, perdió usuarios. Las industrias colmaron el aire y surgieron voces que solicitaron la protección de este espacio que en 2002 recibió el título de monumento natural.

Actualmente el colectivo ornitológico Mavea es un defensor de Zeluán, un lugar de paso de miles de aves migratorias cada año. Otros, como Ricardo García Iglesias, juzgan los cambios con fotografías. «Por algunas imágenes pagué fortunas, las adquirí fuera de Asturias», dice. Tal vez porque Zeluán aún es allende los mares un oasis rodeado de industria en el siglo XXI.


http://www.lne.es/aviles/2011/01/02/foca-aviles-barbuda/1014638.html

Lne.es » Avilés

La foca de Avilés es barbuda

La escultura del parque del Muelle representa a un león marino de California

Foto: La foca de Avilés es barbuda

Myriam MANCISIDOR

La foca de Avilés es barbuda. Pero la escultura en su recuerdo instalada en el parque del muelle es la imagen de un león de California (mamífero pinnípedo de la familia de los Otariidae). Al menos, esto es lo que aseguran los integrantes del colectivo ornitológico Mavea, que han puesto texto a un trabajo fotográfico elaborado por Ricardo García Iglesias, «Rico». La barbuda permaneció en el estuario avilesino entre el 5 de diciembre de 1951 y el 11 de abril de 1952 (127 días).

Se dijo que trajo suerte porque, durante su estancia, se aprobó en el Consejo de Ministros la creación de Ensidesa. La gente entonces le cogió cariño, hasta tal punto, según cuentan los integrantes de Mavea, que le hicieron una escultura en 1957 que aún permanece en el parque del Muelle. «Pero esta escultura está basada en un "otario (león) de California" fruto, probablemente, del escaso conocimiento faunístico que tenía el escultor», reconocen los ecologistas avilesinos, si bien fue el propio escultor, según las mismas fuentes, el que fotografió al animal en la imagen que acompaña este reportaje y que data de 1952. La afamada foca de Avilés fue realizada por Joaquín Muñiz y Pepe el Roxu y diseñada por Tomás Menéndez.

«La gente llamó a esta foca la "Precursora". El animal se fue del estuario justo antes de que la draga "Pax" comenzase a limpiar parte de las marismas de Recastrón para hacer el actual canal de Pedro Menéndez», explican los integrantes de Mavea.

El historiador Alberto del Río también dedicó algunas palabras a la foca de Avilés en sus columnas de LA NUEVA ESPAÑA. Escribió: «Reivindico también -a la foca- como uno de los elementos iniciadores del turismo local, ya que por entonces hubo numerosas visitas -en domingos y fiestas de guardar- de gentes de otras sitios de Asturias para ver a tan exótico animal, al que los niños daban de comer».

De una forma u otra, la foca lleva presente en Avilés desde aquel 5 de diciembre de 1951. En los dos últimos años -2009 y 2010- la ciudad acogió incluso una «foca-parade», lo más parecido al «cow-parade», exposiciones temporales de vacas al aire libre, cada una decorada por un artista, que triunfó en numerosas ciudades de todo el mundo. En Avilés, la Escuela de Cerámica fue la encargada de elaborar las esculturas efímeras inspiradas en el mamífero precursor de Ensidesa, una foca barbuda a la que las confusiones llevaron a pasar a la historia como un león marino de California.