Asturias contabiliza en la actualidad 246 castros, la mayor parte fortificados
Artículo puesto en línea el 7 de junio de 2005
última modificación el 10 de agosto de 2010

por Prenseru

La Nueva España 7/6/2005

Asturias contabiliza en la actualidad 246 castros, la mayor parte fortificados

Alfonso Fanjul realiza una revisión sobre los yacimientos castreños en la región centrándose en su conservación, ubicación y evolución histórica

Asturias cuenta en la actualidad con 246 castros documentados, según el libro recientemente publicado por el joven arqueólogo Alfonso Fanjul. La obra realiza una revisión por el patrimonio castreño de la comunidad para concluir que al menos uno de cada tres yacimientos ha sufrido graves daños o ha sido prácticamente arrasado. El libro, organizado a modo de catálogo, se inicia con una breve visión del contexto geográfico, cultural e historiográfico de los poblados fortificados, a la vez que realiza un estudio sobre su ubicación y evolución desde la Edad del Hierro hasta la época romana.

Oviedo, M. S. MARQUÉS

El poblamiento del territorio asturiano durante el primer milenio antes de nuestra era estaba constituido por espacios fortificados. Esos asentamientos que hoy se conocen como castros fueron los primeros núcleos de población surgidos en la Edad del Hierro, cuando los pueblos autóctonos abandonan los comportamientos nómadas para establecerse en un territorio. Muchos de esos yacimientos castreños, primero establecidos en terrenos escarpados y más tarde en colinas suaves o tierras llanas, fueron después utilizados y potenciados con la conquista romana, y muchos de ellos han llegado hasta nuestros días en mejores o peores condiciones.

Un estudio reciente titulado «Los castros de Asturias. Una revisión territorial y funcional», publicado por Alfonso Fanjul, contabiliza 246 castros en el territorio asturiano. El libro, editado por el Ayuntamiento de Teverga, está elaborado a modo de catálogo y realiza un recorrido por estos yacimientos y una revisión de conjunto del mapa de poblados fortificados de la comunidad.

Prologado por el catedrático de Prehistoria y anticuario de la Real Academia de la Historia, Martín Almagro Gorbea, el estudio incide en el estado de la cuestión de los castros asturianos aportando apuntes de campo recientes a las abundantes referencias bibliográficas. Además se constituye como una especie de catálogo, incluyendo los poblados que muestran dudas y también restos de fortificaciones medievales.

Almagro Gorbea, que sitúa el inicio del estudio de la cultura castreña en el siglo XVIII con los trabajos realizados por Jovellanos, destaca que fueron las excavaciones de Coaña y otros yacimientos próximos del occidente de Asturias, llevados a cabo a mediados del siglo XX por Antonio García Bellido y Francisco Jordá, las que permitieron comprender la riqueza y personalidad de los castros asturianos. No olvida Martín Almagro la importante labor del profesor José Manuel González, autor de la primera catalogación de castros que comprendía todo el marco geográfico de Asturias.

Para el historiador, los yacimientos castreños asturianos son mucho más que un poblado fortificado. «Representan el final del proceso de adaptación de unos grupos humanos a un ambiente de gran personalidad que ha conformado sus peculiaridades culturales, sociales e ideológicas».

El trabajo de Alfonso Fanjul contribuye con sus aportaciones a comprender los factores que determinaban su ubicación, sus defensas y la organización del territorio. Aborda el estado de conservación de los 246 castros que aún se pueden documentar y la evolución de estos asentamientos desde la Edad del Hierro a los de época romana.

Oviedo es el concejo más castigado por las destrucciones de patrimonio castreño

Oviedo, M. S. M.

La mayoría de los castros asturianos sufre daños considerables, muchos de ellos producidos por saqueos y por extracción de piedras para otras construcciones.

Alfonso Fanjul señala que, de los 246 yacimientos analizados, 20 entrarían en la categoría de castros prácticamente desaparecidos, mientras que 70 sufren graves daños, lo que demuestra que uno de cada tres sufre importantes destrozos o ha sido arrasado. Por áreas geográficas, el oriente de Asturias es la más afectada por las destrucciones, en contrapartida con el sector occidental, donde el patrimonio castreño se conserva en mejores condiciones.

Entre los factores implicados en este deterioro figuran, en primer lugar, la construcción de nuevas edificaciones o de obras de carácter agropecuario, que han afectado a 26 yacimientos. En segundo lugar se encuentra la actividad minera, que ha provocado la desaparición o el daño de doce poblados. Los saqueos, la reforestación y el aprovechamiento masivo de los derrumbes han causado también daños importantes.

Los trabajos de campo realizados por Fanjul indican que Oviedo es el concejo más castigado por las destrucciones del patrimonio castreño -en Oviedo tan sólo hay un yacimiento que no haya sido arrasado o no tenga graves daños-, seguido de Mieres y Lena.