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Nota de la Asociación Histórica Argenteola

Siguen especulando con nuestro patrimonio

03/06/09

De la abundante industrialización de Avilés ya poco nos queda para el futuro, cayeron la térmica y el resto de instalaciones de ENSIDESA, ahora la Azucarera, en Avilés ya poco queda que demoler para especular con sus terrenos.

De uno de los pocos vestigios de la industria que crearon los indianos a su vuelta de las américas no quedara mas que la chimenea principal, y con su desaparición se irá también un pedazo de la historia industrial de Avilés. Mientras en Pravia rehabilitan y dan uso a su Azucarera, en Castrillón extraen el agua de la mina de Arnao, en Avilés poco nos queda de nuestra vasta industrialización. Mientras en provincias aledañas dan usos culturales a sus instalaciones industriales en desuso, aquí se especula con los terrenos.

Desde Argenteola lamentamos la destrucción de uno de los poco ejemplos de industrialización indiana de avilés que aun quedaban en pie, mas cuando solo sirve para la pura especulación urbanística, que poco reporta a la sociedad.

La Sociedad mercantil Residencial Vegasol, hará un buen negocio, pero los avilesinos perdemos una parte de nuestra de nuestra historia.

Asociación Histórica Argenteola

alfozdegauzon.com Historia de Avilés y Comarca
historiaaviles.blogspot.com Avilés, su historia

03/06/09 http://www.lne.es/secciones/noticia...

«Argenteola», contra la destrucción del patrimonio

La asociación histórica «Argenteola» colocó ayer una pancarta en la Azucarera de Villalegre, como se ve en la foto, para protestar contra la «destrucción de patrimonio industrial y el fomento de la especulación inmobiliaria en Avilés» ya que tras la demolición del emblemático edificio se prevé la construcción de pisos. La entidad propone que se dedique este centro a una actividad educativa «como se dijo en un principio» e instó al Ayuntamiento a no cometer más «atentados contra el Patrimonio industrial», informa I. G.

29/5/09 http://www.lne.es/secciones/noticia...

En blanco y negro

El azúcar, Marilyn Monroe y Villalegre

En la celebrada película «Con faldas y a lo loco», la actriz interpretaba el papel de Sugar

ALBERTO DEL RÍO LEGAZPI El pasado martes, día 26, se inauguró en Avilés una exposición de cine y se destruyó gran parte de los restos de la Azucarera de Villalegre.

Otra fecha agridulce para el desgonciado patrimonio industrial avilesino, en este caso un ingenio azucarero fantasmalmente abandonado. Siguiendo la táctica habitual en estos casos, se desmantela un edificio que se va deteriorando y cuando amenaza ruina, pues se tira, tan tranquila como legalmente.

Aunque el mal café que me ocasionó el suceso se endulzó en parte al abrirse una exposición de diversos objetos de famosos actores de Hollywood, y principalmente (dado el número de ellos) los pertenecientes a doña Marilyn Monroe. Se puede trabajar -la exposición- en el CMAE, centro artístico municipal de El Arbolón, al final de la calle Rivero.

Curiosos en general y mitómanos en particular, pueden contemplar allí y a un palmo de sus narices pertenencias de gloriosos cinematográficos. Ya digo que destacan los fetiches de la señorita Monroe: vestidos, cenicero, gafas o barra de labios de doña Marilyn, una primera clase universal en la cosa de la sensualidad.

Paradójicamente, quien más la encumbró como mito fue quien más notoriamente la despreció como persona, caprichosa y voluble que era. Y ese fue don Billy Wilder, quien en dos de sus películas: «La tentación vive arriba» y «Con faldas y a lo loco», utilizó a la actriz par dar una magistral lección de que el cine es por encima de todo sugerencia, y dejó para los restos las más categóricas y geniales secuencias voluptuosas, con enorme clase (o sea, que sin zafiedad) de la historia del cine. Ambos filmes acumulan la mayor muestra de densidad sensual por metro cuadrado que se conoce. Tal cosa figura en las enciclopedias.

Histórica también fue la Azucarera, una de las protagonistas de la primera industrialización avilesina. Levantada hace más de un siglo, cuando habíamos perdido a Cuba y a su azúcar, e instalada al sur de la ciudad, dio empleo a 600 personas, pero fracasó tempranamente. Sin embargo, el otro gran complejo de entonces, la Real Compañía Asturiana, situado al Norte, triunfó y generó la, actualmente, mayor factoría de zinc del mundo, enclavada en San Juan de Nieva.

Y aquí seguimos, acompañados por las cosas de doña Marilyn, pero con un elemento menos de nuestro patrimonio industrial, que se está yendo al carajo. Sitio donde debe de estar, por ejemplo, aquella Térmica de Ensidesa que de ser calificada, no hace todavía diez años, como trascendental para el futuro de la ciudad, terminó siendo abandonada para mal morir achatarrada.

¿Amén? Nunca.

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28/5/09 http://www.lne.es/secciones/noticia...

La urbanización de un viejo espacio fabril de Avilés

La Azucarera, un dulce urbanístico

El derribo de la vieja fábrica de Villalegre, donde ahora se construirán pisos, entristece las voces que pedían la conservación del edificio industrial

Restos de la antigua fábrica azucarera de Villalegre, con la chimenea protegida al fondo. miki lópez

Myriam MANCISIDOR

La vieja chimenea de ladrillo macizo luce imponente entre toneladas de escombros en Villalegre. Ayer se quedó huérfana, aunque protegida. La promotora propietaria de la Azucarera derribó el edificio anexo por peligro de derrumbe y a petición del Ayuntamiento. El proyecto urbanístico, pendiente ahora de una licencia municipal para su urbanización, prevé la construcción de cerca de 300 viviendas en el solar que ocupaban las instalaciones fabriles, de 28.900 metros cuadrados. Con la demolición de la Azucarera se pone punto final a una industria ostentosa pero de escaso éxito: la vieja fábrica de Villalegre estuvo abierta entre 1898 -año del Desastre- y 1906. Pese a todo, muchos fueron los que en los últimos años propusieron la conservación de la Azucarera como muestra de patrimonio industrial. Sus voces ayer estaban apagadas.

«Creo que todo lo que sea derribar elementos que formaron parte de la historia de Avilés es muy triste», afirmó el investigador avilesino Alberto del Río, quien recordaba que sobre la Azucarera pesaron proyectos que nunca se llegaron a llevar a la práctica, como el aprovechamiento del antiguo edificio fabril para la creación del campus universitario de Avilés. «Es una pena que con la Azucarera no se siguiera el mismo camino que con la fábrica de Harinas el Águila, en la calle Gutiérrez Herrero», sentenció Del Río, y añadió: «En Villalegre, al menos, han dejado la chimenea en recuerdo de una industria que en su día generó empleo».

El cronista oficial de Avilés, Justo Ureña, se mostró de acuerdo con el derribo de la Azucarera, aunque discrepó con el futuro del solar. «Ese suelo, próximo a las vías del ferrocarril, debería dedicarse a suelo industrial. Avilés tiene veintiséis kilómetros cuadrados y si sólo se hacen pisos no habrá sitio para las empresas y ya se nos han ido muchas por falta de sitio», manifestó. Respecto al valor histórico de la Azucarera, Ureña fue contundente: «Más valor tenían los vestigios industriales de Ensidesa y se derribaron sin miramientos. El edificio de la Azucarera para mí no tenía ningún valor histórico-artístico, en Avilés hubo cuatro fábricas de este tipo y todas quebraron».

El historiador avilesino Juan Carlos de la Madrid defendió en su día la conservación de la Azucarera como ejemplo de patrimonio industrial, o al menos algunas estructuras. «Es una herencia que debemos transmitir a otras generaciones», precisó entonces. Sus palabras ayer se silenciaron. «Los historiadores descubrimos el pasado y, luego, la sociedad decide: la Azucarera cayó como la Térmica, que parecía la joya de la Corona. Por mi parte ya no tengo nada más que decir».

«Todo lo que sea derribar elementos que formaron parte de la historia es triste»
Alberto del Río -
Investigador

«Para mí no tenía ningún valor; mejor que pisos debería crearse suelo industrial»
Justo Ureña - Cronista oficial de Avilés

«Nosotros descubrimos el pasado y la sociedad decide: la Azucarera cayó como la térmica»
Juan Carlos de la Madrid -
Historiador

27/5/09 http://www.lne.es/secciones/noticia...

La promotora de la Azucarera de Villalegre demuele el edificio por riesgo de derrumbe

El Ayuntamiento exigió a Vegasol que interviniese de urgencia en el solar, donde se construirán unas 300 viviendas

Foto:
Restos de la antigua instalación fabril. miki lópez

E. CAMPO

La promotora propietaria de la Azucarera de Villalegre derribó el edificio por el peligro de derrumbe y a requerimiento del Ayuntamiento. Así lo explicó ayer José Lada, representante de Vegasol, y añadió que en un principio la idea de la empresa era posponer el derribo hasta que hubiera licencia para realizar la urbanización del solar. «Pero se nos requirió el derribo de forma urgente, y así se hizo», añadió Lada. Las obras de demolición están ya a punto de concluir, y se respeta, como estaba acordado, la vieja chimenea que pregona el pasado industrial de un espacio llamado a convertirse en zona residencial.

El proyecto urbanístico, derribo al margen, está pendiente ahora de la licencia municipal para su urbanización, una vez que ya se aprobó el estudio de detalle y se cumplieron el resto de requisitos, a saber: la consignación de un aval de 600.000 euros, la aprobación del proyecto de actuación y la constitución de la junta de compensación. El solar que ocupaban las instalaciones fabriles cuenta con una superficie de 28.900 metros cuadrados, y en él se construirán cerca de 300 viviendas.

El convenio incluye la urbanización de una de las zonas del parque fluvial del río Arlós, con una extensión aproximada de 10.000 metros cuadrados, que unirá La Toba con La Espina. Otros 10.000 metros cuadrados estarán dedicados a las viviendas, y el resto del espacio lo ocuparán los viales y espacios verdes internos de la urbanización. La promotora ya comenzó a diseñar el residencial que transformará el espacio fabril.

27/5/09 http://www.lne.es/secciones/noticia...

La asociación de vecinos demanda información sobre los enlaces de la urbanización

M. M.

La asociación de vecinos «El Marapico» de Villalegre que encabeza José Rodríguez demandó ayer al Gobierno local información acerca del proyecto urbanístico que se prevé ejecutar en los terrenos de la antigua Azucarera. «Hemos visto unas palas de obra que han demolido el edificio pero no sabemos más, salvo que quieren construir pisos. Desconocemos cuáles van a ser los enlaces de la urbanización con el barrio o qué va a resultar de las obras», sentenció Rodríguez quien, por otra parte, se mostró conforme con la demolición de la vieja Azucarera de Villalegre, en ruinas.

La fábrica data de 1898, el año del Desastre. La pérdida de Cuba coincidió, no obstante, con una de las épocas más prósperas de la comarca avilesina: una etapa protagonizada por la iniciativa empresarial y la ostentosidad de indianos como los Maribona, impulsores de la Azucarera de Villalegre. «La crisis de 1898 devolvió a Avilés a los burgueses que se hicieron ricos en La Habana. Éstos fueron los "genoveses", los que al regreso exhiben su éxito y así invierten en actividades rentables, en servicios como la banca, en fábricas como La Curtidora o la Azucarera», explicó ayer Germán Ojeda, profesor de Historia e Instituciones Económicas y estudioso de la fábrica de Villalegre.

Pero, ¿qué supuso la Azucarera para los avilesinos? A juicio de Ojeda, la modernización del comercio. «Los agricultores comenzaron a cultivar para la fábrica y no para el autoconsumo. De esta forma logran ingresos monetarios que cambian por otros productos en el mercado», recalcó. La Azucarera endulzó la vida de los avilesinos durante ocho años. La crisis de la remolacha azucarera da paso, en el mismo inmueble, a una fábrica de ladrillos. Algunos historiadores propusieron la conservación del edificio como ejemplo de patrimonio industrial.