Xornada "L’horru=100. El mercáu del horru, una oportunidá histórica"

 El director del Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias explica la sencilla belleza del hórreo número 3, ’Uninsa’, que servirá modelo para el estudio de todos los demás

 El Principado no incluye el hórreo en el planeamiento urbanístico de Asturias

 Un horru del Pueblu d’Asturies escoyíu como horru-patrón

 Eligen un hórreo del Pueblo de Asturias como modelo para catalogar todos los del Principado

 «El mercado es la única vía para que en 2021 no sean residuales»

Artículo puesto en línea el 14 de noviembre de 2006
última modificación el 5 de agosto de 2021

por Prenseru

 El director del Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias explica la sencilla belleza del hórreo número 3, ’Uninsa’, que servirá modelo para el estudio de todos los demás

 El Principado no incluye el hórreo en el planeamiento urbanístico de Asturias

 Un horru del Pueblu d’Asturies escoyíu como horru-patrón

 Eligen un hórreo del Pueblo de Asturias como modelo para catalogar todos los del Principado

 «El mercado es la única vía para que en 2021 no sean residuales»


16/11/2006

La Voz de Avilés - El Comercio

El encanto de ser normal

El director del Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias explica la sencilla belleza del hórreo número 3, ’Uninsa’, que servirá modelo para el estudio de todos los demás

E. MONTES/GIJÓN

EXPERTO. Xoaco López delante del hórreo patrón mientras explica sus características. / PALOMA UCHA

No tiene decoraciones coloristas, su madera parece desvaída y, a buen seguro, no sería el preferido de la mayor parte de los visitantes del Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias. Ni tampoco de los profanos, porque su sencillez no atrapa la mirada. Ni de los expertos, porque en el mismo recinto se encuentran otras construcciones asturianas más llamativas por un sinfín de cuestiones diferentes. Pero precisamente ha sido eso, su normalidad, su medianía, el encanto del hórreo ’Uninsa’ para ser seleccionado entre sus acompañantes en el recinto museístico -otros dos hórreos y dos paneras-, como modelo para el estudio de las medidas, de la proporcionalidad, de los hórreos asturianos.

El director del museo es una de las mentes más versadas en la historia y tipología de esta construcción tradicional asturiana que, si bien está reconocida como monumento histórico-artístico desde 1973, en el corazón de los asturianos ocupa todavía un lugar estrictamente rural. Y Xuaco López, quien parece más decepcionado que sorprendido por la elección, no acierta a resaltar esos puntos que hicieran a este hórreo distinto de los demás, extremo éste que satisfaría al promotor del proyecto, Xosé Nel Navarro, porque confirmaría ese punto de base que lo hiciera asequible a todos los estudios.

«Es un hórreo normal. No es ni bueno ni malo, es de 1875 y la fecha en un hórreo es su carné de identidad. Quiere decir que está hecho con madera de castaño, que sus esquinas están formadas por dos tablas que se ensamblan, en lugar de una sola pieza labrada como en los hórreos de siglos anteriores, y que la cubierta es de teja, porque un hórreo es producto de su tiempo. No tendría sentido que en el siglo XIX la cubierta fuera de paja como en la Edad Media», afirma Xuaco López, en una vehemente exposición que culmina afirmando que «esta construcción de madera está perfectamente diseñada, porque desde el siglo XVI hasta los últimos que se construyen a principios del siglo XX, el modelo sigue siendo el mismo».

Todos estos hórreos que habitan hoy el Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias llegaron como consecuencia de las expropiaciones realizadas en Veriña y Serín para ubicar la empresa siderúrgica Uninsa en Gijón, que con el paso del tiempo se transformaría en Ensidesa, después en Arcelor y finalmente en Mittal. «Es una de las características favorables de estas construcciones, que son desmontables y se pueden transportar sin ningún peligro, lo cual constituye un factor determinante para su conservación», añade Xuaco López.

Tablas estrechas

Cuando afirma que la fecha de construcción es el carné de identidad del hórreo, se refiere a que «si lo tienes datado en 1875 sabes que las tablas son más bien estrechas, que tienen cierta altura, porque en 1875 en muchas zonas de Asturias ya había problemas para encontrar piezas de madera grandes, debido a que la deforestación en esa época era muy importante, sobre todo en la Marina. Hoy vuelve a estar llena de árboles, pero de pinos y de eucaliptos, lo que quiere decir que dentro de cien años, cuando alguien vea un hórreo de madera de eucalipto sabrá que se construyó a finales del siglo XX o principios del XXI, porque hoy casi nadie hace el hórreo de castaño. Lo hacen de eucalipto o, en todo caso, de iroco quienes tienen mayor poder adquisitivo y les gustan las tablas más anchas. Los hórreos responden a su historia».

Y en ocasiones también son víctimas de ella por la falta de conservación o por una restauración no demasiado afortunada. Ese podría ser el caso del hórreo-patrón. Cuenta el director del Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias que el hórreo Uninsa «no está muy bien restaurado, porque cuando se procedió a su recuperación se cepillaron todas las tablas y con ello cambiaron de color».

El día 25, clave

A Xuaco López le gusta más otro hórreo del siglo XVII que se encuentra unos metros separado del Uninsa, que tiene grabaciones, las esquinas de una sola pieza y unas tablas el doble de anchas que las del que va a ser el hórreo patrón. «Eso no importa nada, porque el patrón no significa que sea el mejor o el peor, es el patrón que utilizas para el estudio y el análisis y éste, a lo mejor supera al patrón en esos criterios que se van a establecer aquí el próximo día 25. Tengo una gran curiosidad por conocer el desarrollo de esa jornada de trabajo».

Encandilado con la realidad del hórreo y la panera asturianos, Xuaco López no duda en afirmar que «este hórreo que vemos aquí, esta construcción de madera», en referencia al número tres del museo, «está perfectamente diseñado desde la Edad Media y aún hoy tiene múltiples utilizaciones».


14/11/2006

La Voz de Avilés - El Comercio

El Principado no incluye el hórreo en el planeamiento urbanístico de Asturias

«Para estar en el mercado tienes que figurar en el plan urbano», afirma el arquitecto Juan Pedrayes Una construcción actual copiada del hórreo tradicional cuesta 24.000 euros

E. MONTES/GIJÓN

PATRÓN. El ’Uninsa’ tiene todos los elementos para poder servir de guía a la hora de definir las proporciones de un hórreo. / SEVILLA

En un ámbito en el que hasta los técnicos carecen de interés o conocimiento, el doctor arquitecto Juan Pedrayes pasa por ser uno de los máximos exponentes profesionales en materia de hórreos asturianos. «Es un problema de desconocimiento. A los arquitectos no les interesan los hórreos, pero no es por que no sean arquitectónicamente atractivos sino porque no los conocen. Después, cuando alguien se acerca a ellos y los estudia, alucina, porque lo que sucede en realidad es que existe un desconocimiento del ser de Asturias absoluto», explica Pedrayes, quien participará el próximo 25 de noviembre en la jornada de trabajo a celebrar en el Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias para abordar si el hórreo ’Uninsa’ puede servir en el futuro como patrón y modelo de estudio científico del conjunto de las construcciones asturianas tradicionales.

Aunque considera que este aspecto quizá no sea el «más acuciante» de los que ahogan la pervivencia del hórreo, Pedrayes entiende que cualquier medida que se aborde es «fundamental». «El horreo esta hiperabandonado. Hasta el punto de que no existe una definición que nos diga qué se entiende por hórreo asturiano, qué características ha de tener. Algo tan elemental no está definido y hoy se están haciendo hórreos de madera de pino con tablas remachadas de dos centímetros. Y eso no es un hórreo. Un hórreo asturiano tiene paredes de cuatro centímetros o más y la madera es de castaño», explica el arquitecto, en un arranque de reivindicación astur.

En ese sentido, añade que la propuesta de Xosé Nel Navarro, alma y organizador también del I Congreso del Hórreo Asturiano, constituiría la posibilidad de hacer el primer estudio monográfico sobre las proporciones de la construcción asturiana por excelencia y apostar por su futuro. «Nos encontramos ante una situación muy curiosa: el hórreo no está en el planeamiento urbanístico asturiano, y es una verdadera lástima, porque puede tener futuro, tiene un potencial muy grande para jugar con él en el planeamiento. Pero para estar en el mundo tienes que estar en el mercado y para estar en el mercado tienes que estar en el planeamiento urbanístico», concluye.

Partiendo de que el hórreo forma parte de las singularidades de Asturias, Pedrayes sostiene todo su desencanto sobre la ignorancia, oficial, oficiosa y popular, que existe sobre él, y hasta recuerda que en el libro ’El arte de la guerra’, Sun Tzu afirma que «quien conoce gana y quien ignora pierde», a lo que él apostilla que «con nuestra ignorancia abismal no sacamos partido a nuestras muchas singularidades, que no se potencian, por lo que cada vez somos más banales».

Un mercado por abrir

Cuenta con desánimo el arquitecto que ni siquiera hay un mercado del hórreo, cuando las condiciones son económicamente muy favorables. «Un hórreo de cuatro metros y medio por cuatro metros y medio, hecho en castaño a imagen del tradicional, vale 4,5 millones de pesetas, 24.000 euros, que es un precio ridículo. Eso, un hórreo nuevo, pero es que uno de segunda mano, del siglo XVII, tallado y todo, por dos millones de pesetas, 12.000 euros, lo tienes montado delante de tu casa».

Pero paralelamente a las cuestiones culturales, a Juan Pedrayes le brota la vena profesional cuando habla del hórreo. De ahí que asegure que es más que un granero y compare su estructura modular con la de un templo griego, «a la que, por cierto, se parece mucho. Constructivamente tiene todos los elementos de un templo, es hipersimbólico, son edificios puerta, tienen la puerta santificada, hay una subida, una escalera, es geométricamente cuadrado, tiene pirámide, un megaron abajo, un peristilo... Lo tiene todo», concluye el arquitecto, antes de apostillar desesperanzadamente que «el hórreo es un símbolo y un síntoma de Asturias».


14/11/2006

Asturnews

Un horru del Pueblu d’Asturies escoyíu como horru-patrón

Redacción

L’horru númberu tres del Pueblu d’Asturies foi escoyíu como patrón pal estudiu de los horros del país. L’horru nomáu UNINSA, por venir de les vegues qu’ocupa anguaño l’acería, nun presenta nenguna característica en particular, lo que sumáu a que s’alcuentra nun entornu, el Pueblu d’Asturies, nel que la so conservación ta asegurada fizo. Xosé Nel Navarro, impulsor del estudiu del horru, considera que dende esti patrón se podrá conceder un valor a cada horru estudiáu.
Xosé Nel Navarro organizó en 2004 el primber Congresu del Horru Asturianu y pal sábadu 25 de payares tien previsto facer una xornada embaxo’l títulu "L’horru=100. El mercáu del horru, una oportunidá histórica" cola que quier proporcionar un modelu base d’una de les construcciones tradicionales que más caractericen al país. Nesta xornada van participar miembros del Colexu d’Arquitectos, Fundación Llaboral de la Construcción, Universidá cola fin d’entamar un estudiu científicu sobre l’horru.

Más información: Horru.com


11/11/2006

La Voz de Avilés - El Comercio

Eligen un hórreo del Pueblo de Asturias como modelo para catalogar todos los del Principado

El número tres, el llamado ’Uninsa’, «es el prototipo de un hórreo medio», afirma Xosé Nel Navarro Una jornada de trabajo en el Museo Etnográfico el día 25 abordará el futuro de la construcción asturiana

EVA MONTES/GIJÓN

PATRÓN. El hórreo numero tres del Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias, llamado ’Uninsa’, es contemplado por tres niños. Será el referente de la construcción asturiana por excelencia. / SEVILLA

Nada se sabe científicamente del hórreo asturiano. Nunca se ha medido, nunca se ha estudiado, ni siquiera existe un catálogo sobre la construcción asturiana por excelencia. Y de esa realidad dibujada por Xosé Nel Navarro es de la que ha partido este especialista, empresario del sector y director de la página web horru.com, para poner en marcha una iniciativa encaminada a paliar esas carencias a medio plazo: la determinación de un hórreo-patrón que sirva de base de estudio de lo que ha señalado como «uno de los cuatro iconos de Asturias».

Y la elección ha recaído en el hórreo número tres del Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias, denominado ’Uninsa’ precisamente por proceder de los terrenos que la antecesora de Ensidesa primero, Arcelor después y recientemente Mittal ocupó en Veriña con instalaciones industriales en las que no tenían cabida elementos tradicionales.

¿Y qué tiene el ’Uninsa’ que lo convierta en elemento referencial cuando en el mismo Pueblo de Asturias hay piezas mucho más valiosas a ojos de los expertos? Artísticamente, nada y analíticamente, todo. «Desde el punto de vista de la construcción en sí misma, el número tres responde al tipo medio de hórreo, tiene todo lo que tiene que tener, pero no sobresale ni por arriba ni por abajo, de ahí que le concedamos un valor patrón de 100. A partir de esa referencia, cualquier otro que se vaya a estudiar puede tener un valor de 80 ó de 800», explica Xosé Nel Navarro.

Pero no es esa la única razón del pequeño estrellato del ’Uninsa’. «Hacía falta un hórreo que tuviéramos la seguridad de que siempre iba a estar ahí, por eso tenía que tener carácter público y gozar de la accesibilidad suficiente. El Museo Etnográfico tiene la idiosincrasia precisa para todo ello y el ’Uninsa’ aunaba ese pasado industrial que constituye la historia reciente de Asturias. Además, había que elegir uno, porque no podemos perder más tiempo en debates inútiles», asevera Navarro, antes de concluir que «éste cumple las condiciones normales de un hórreo, las estándar, podríamos decir, y hace falta definir lo que es y cómo es un hórreo, porque no hay que olvidar que la última definición es de Jovellanos».

Organizador del I Congreso del Hórreo Asturiano en noviembre de 2004, dos años después, el próximo sábado 25, ha convocado una jornada de trabajo en el Museo Etnográfico de Gijón bajo el título genérico de ’L’horru=100. El mercado del hórreo, una oportunidad histórica’, con la que Xosé Nel Navarro quiere proporcionar un modelo base de la construcción tradicional asturiana «a partir de la cual podamos ir haciendo modelizaciones, ir valorando y catalogando todos los hórreos. Y todo el mundo sabe que todo estudio ha de partir de un patrón, porque nuestro hórreo nunca fue estudiado, trabajado ni tratado como materia de investigación».

Y como respaldo social, más que institucional, el día 25 está programada una «foto de familia», un retrato en el que «han de estar el Colegio de Arquitectos, la Fundación Laboral de la Construcción, la Universidad... Todos los que apuesten por el futuro del hórreo».


11/11/2006

La Voz de Avilés - El Comercio

«El mercado es la única vía para que en 2021 no sean residuales»

«Tenemos elementos y capacidad para poner en valor el hórreo en un tiempo en que es más importante el icono que la realidad»
E. M./GIJÓN

El proyecto que subyace detrás del establecimiento de un hórreo patrón asturiano no es tanto la recuperación del pasado como la proyección del futuro. El mismo Xosé Nel Navarro señala que «tenemos que contemplar el hórreo más allá del punto de vista patrimonial, e incluso del cultural, para recuperarlo e integrarlo en la sociedad industrial, en la que es más importante el icono que la realidad misma. Nadie va ya a fabricar nada. Vivimos de intangibles. Holanda, de sus molinos de viento y Asturias, de unos osos que nunca ha visto nadie».

Y el hórreo, en la tasación personal de Navarro, forma parte del icónico trébol de cuatro hojas asturiano, completado con la Cruz de la Victoria, la sidra y la Santina. «Tenemos que ponerlo en valor, porque sólo así tendrá rendimiento para Asturias. La fuerza económica que proporciona el hórreo que aparece en todos los medios de comunicación cada vez que la princesa Letizia viene a Asturias es innegable. Y si cuando llegas a Punta Cana te encuentras una choza típica en el aeropuerto, ¿por qué no puedes encontrarte un hórreo en el aeropuerto de Asturias?».

En esa línea sugiere el empresario del sector la proyección arquitectónica y turística del hórreo «como herramienta de primer orden. Por ejemplo, en el Camino de Santiago. Se podría trabajar con vistas al próximo Año Jacobeo, en el que se puede utilizar el hórreo como referencia y, opcionalmente, como alojamiento. Sé que es difícil poner de acuerdo a los propietarios, la Administración y el propio Camino, pero sería posible y, como se dice ahora, muy vendible».

Hay dos aspectos en los que Xosé Nel Navarro es especialmente contundente y ambos tienen que ver con la viabilidad. El primero de ellos es que «el mercado es la única salvación del hórreo. No va a haber otra y si no ponemos los medios para evitarlo, en 2021 será un elemento residual. Ahora es el momento de la reflexión, el momento histórico, pero para poner algo en valor tiene que valorarse. Como sucedió con la sidra, que no hace mucho tiempo los propios lagareros mantenían que se estropeaba al pasar Pajares y ahora entra en el mercado nacional. El mercado es la única solución de futuro para el hórreo, pero si no va a tener utilidad, nadie se va a comprometer con ello».

El otro aspecto es el de la financiación. «Hay que superar la actual política de subvenciones. No se pueden salvar todos los hórreos. Si no tiene una utilidad y no se le encuentra, no se debe invertir dinero en él», sentencia, antes de vislumbrar presencia «urbana» a la construcción asturiana por excelencia. Y le destina reuniones empresariales, gastronómicas o familiares. Cualquiera, hasta de biblioteca, menos el de primera vivienda. Eso le cambiaría el valor.