Manuel Mallo: «Puedo ceder material del Paleolítico para el futuro museo de Avilés»

Entre las piezas que cedió al museo ovetense, ¿cuál de ellas destacaría usted?

Pues una lápida antropomorfa, con inscripción funeraria procedente de Molleda, que tiene en la parte superior perfectamente grabada una cabeza humana y que posee unas dimensiones de 40 por 20 y por 12 centímetros, que apareció en el lugar denominado Monte de la Presa y que fue recogida por el señor Barreda. Desde el año 1962, es propiedad mía.

Artículo puesto en línea el 20 de octubre de 2006
última modificación el 5 de agosto de 2021

por Prenseru

20/10/2006

La Nueva España

Manuel Mallo: «Puedo ceder material del Paleolítico para el futuro museo de Avilés»

Manuel Mallo Viescas, ayer, en su casa.

El arqueólogo sólo pide un orden adecuado en la exposición de las piezas

ÁLVAREZ-BUYLLA

Si los avilesinos, al final, conseguimos tener un museo que cuente la historia de nuestra milenaria villa, uno de los alicientes que podría tener serían unas valiosas piezas romanas y todo el material lítico del Paleolítico Inferior que son propiedad del ex concejal y arqueólogo local don Manuel Mallo Viescas. Él mismo hace el ofrecimiento a las autoridades locales.

 Yo puedo ceder en depósito todo lo que poseo, con la única condición de que en el futuro museo no se haga un «totum revolutum», o sea, que no se mezclen el Paleolítico Inferior con lo romano y lo medieval, con cuadros y con cerámica.

 ¿Dónde se encuentran actualmente las piezas?

 Algunas de ellas están en depósito en el Museo Arqueológico de Oviedo y muchas otras más las tengo en mi domicilio de Naveces.

 Entre las piezas que cedió al museo ovetense, ¿cuál de ellas destacaría usted?

 Pues una lápida antropomorfa, con inscripción funeraria procedente de Molleda, que tiene en la parte superior perfectamente grabada una cabeza humana y que posee unas dimensiones de 40 por 20 y por 12 centímetros, que apareció en el lugar denominado Monte de la Presa y que fue recogida por el señor Barreda. Desde el año 1962, es propiedad mía.

 ¿Cómo se produjo este importante hallazgo arqueológico?

 Tal como me contó el señor Barrera, fue en el año 1950, con ocasión de los trabajos de excavación de una zanja para la conducción de agua para la villa de Avilés. Aparecieron unos trozos de piedra, como a unos ochenta centímetros de la superficie. Se sacaron y uno de ellos era esta lápida y otro, una piedra redonda, ambos de arenisca, como de unos veinte centímetros de diámetro, en forma de cabeza. Como el señor Barrera era capataz de las obras, las llevó al hórreo de su casa y allí se quedaron, hasta que tuve la fortuna de contemplarlas.

 ¿Aparecieron restos óseos, o de cerámica, junto a la lápida?

 No aparecieron ni restos óseos, ni cerámicas, ni armas, ni monedas que pudieran indicar que allí había habido un enterramiento. Sí es verdad que cerca de ese lugar existen unas depresiones del terreno, que a primera vista parecen hoyos en los que da la sensación de que estuvieron plantados árboles. Los lugareños dicen que son antiguos restos de caleros, es decir de sitios en los que se calcinaba la calcita en pilas superpuestas de leña y de piedra, recubierto todo por capas de tierra y comentan que sus antepasados empleaban la cal así fabricada como fertilizante para el campo. A mí me parecieron más bien unos túmulos ya excavados o hundidos, donde sólo se veía cascajo de piedras ferruginosas y tierra vegetal, sin ningún resto de calcinación de caliza ni de carbón. La lápida en cuestión es de arenisca blanca muy porosa, de color ocre claro.

 ¿Qué otras piezas valiosas podrían asentarse en el futuro museo de la historia de Avilés?

 Tengo también un ara anepígrafa, procedente de San Martín de Laspra, en Castrillón, de dimensiones 49 por 41 y por 25 centímetros, cuya zona rectangular está ocupada por un relieve que representa una cabeza de Gorgona dentro de una láurea, y que tiene en la parte superior un rosetón dentro de una especie de frontón. Y también destaca una lápida sin procedencia conocida, de dimensiones 18 por 41 y por 18 centímetros. No sabemos con certeza la fecha de su aparición, pero creo que debió de ser recogida por don Sebastián de Soto Cortés, en su palacio de Posada de Llanes.

 Así que si hay museo, contenido ya empieza a tener.

 Sí, pero siempre y cuando las exposiciones se hagan de forma adecuada. Si se hace así, mis piezas las cedería para que pudieran ser contempladas por los avilesinos y por todas las personas que nos visitasen y que estuvieran interesadas en acercarse a conocer nuestra más remota historia.