«Ser comisario de ’Las Edades del Hombre’ es una gran emoción, pero te la juegas»
Artículo puesto en línea el 2 de marzo de 2005
última modificación el 13 de octubre de 2006

por Prenseru

2/3/2005

La Nueva España

«Ser comisario de ’Las Edades del Hombre’ es una gran emoción, pero te la juegas»

Gerardo Díaz Quirós, ayer, en el campus de Humanidades, en Oviedo.

«En la catedral de la Almudena apostaron por un hombre de fe que hizo un pastiche; ha sido la gran oportunidad perdida para el arte sacro español»

Oviedo,
David ORIHUELA

Gerardo Díaz Quirós, 29 años, natural de San Jorge de Heres (Gozón), obtuvo el pasado viernes la calificación unánime de sobresaliente «cum laude» en la lectura de su tesis doctoral titulada «Félix Granda Buylla (1868-1954) y "Talleres de Arte": un siglo de arte sacro en España». Atiende a LA NUEVA ESPAÑA en el campus de Humanidades del Milán, donde minutos antes acaba de firmar el título de doctor por la Universidad de Oviedo en Historia del Arte. Al finalizar la defensa de su tesis, los miembros del tribunal le reconocieron como el mayor experto de arte sacro de España. Díaz Quirós es, además, el responsable de la exposición de cierre del ciclo «Las Edades del Hombre», que en Semana Santa se inaugurará en Valladolid.
 ¿Qué supone que catedráticos de reconocido prestigio como Cristóbal Velda o Concepción García Gaínza le califiquen como el mayor experto en arte sacro o que aseguren que después de tantos años ha sido la defensa de tesis más brillante que han visto nunca?
 Bueno, fueron muy amables. En mi opinión, esos juicios se deben al calor del acontecimiento de la lectura de la tesis, pero sí que es cierto que los miembros del tribunal descubrieron el arte sacro contemporáneo.
 ¿Una apuesta arriesgada?
 Sí, porque al igual que ocurre en muchas tesis, se busca un contenido del que haya muy poco investigado, pero lo cierto es que en este campo no había nada y, además, se abordó toda una centuria y se trabajó a nivel nacional, no sólo en Asturias.
 ¿Cómo está el arte sacro en la actualidad?
 La exposición del trabajo la comencé con una imagen del «Apostolado» que hizo Oteiza para Nuestra Señora de Aránzazu y que durante años estuvo tirado en la cuneta de una carretera. Ahora lo más conocido es lo que está haciendo Barceló en Palma de Mallorca y lo que hizo Quico Argüello en la catedral de la Almudena, en Madrid.
 ¿Qué opinión le merecen estas dos obras?
 La de Barceló no la conozco en directo, sólo la he visto en la tele y en fotografías, pero me parece interesante la apuesta que hace por la novedad.
 Los frescos de Argüello en la Almudena fueron muy criticados...
 Creo que apostaron por un hombre de fe que acabó haciendo un pastiche. La Almudena ha sido la gran ocasión perdida para el arte sacro contemporáneo español. El arte sacro es como el arte «civil», en los dos hay entrada para el falso y el embaucador, hace falta que el arte sea arte y que el artista sea un artista. Tras el Concilio Vaticano II se abrió un debate sobre la necesidad de las figuras en el arte sacro. Hay gente que para rezar no necesita una imagen, sino un espacio. Sigue siendo necesario un santo al que rezar y al que besarle los pies.
 ¿Cuál es la situación del arte sacro en Asturias?
 Hay piezas desconocidas que son muy interesantes. Me interesan mucho los mosaicos y la pintura mural de la Universidad Laboral, el presbiterio de San Pedro de Gijón o San Juan el Real de Oviedo.
 ¿Cuál es el templo que más le gusta?
 Me gustan los espacios como el de San Juan de Ávila de Avilés, pero le han ido poniendo demasiados santos.
 El arte sacro es parte importante en la religión, en la liturgia.
 Hay que reivindicar la liturgia como espectáculo y tradición cultural. Es una obra de arte completa con una llamada a todos los sentidos.
 Comisario de «Las Edades del Hombre»...
 Es una gran emoción y una gran responsabilidad. Es el típico trabajo en el que te la juegas. Salvando las distancias, la Fundación Las Edades del Hombre es para Castilla y León como la Fundación Príncipe para Asturias, porque pone a sus regiones en el mundo.
 Volviendo a casa. ¿Cómo está el patrimonio cultural de Gozón?
 Mal, como en todas partes. Falta interiorizar lo que es patrimonio para así poder defenderlo y cuidarlo.