En Cancienes Juego de la llave y "okupas" en La Lechera

 Cancienes está recuperando la tradicion del juego de la llave.
El vecindario de Cancienes ha logrado recuperar la afición por el juego de la llave, una tradición que fue popular hace años en la localidad.

 El aumento de ’okupas’ que viven en una nave de Cancienes impide su desalojo.
La orden de desalojo de un grupo de ’okupas’ en una nave abandonada situada por detrás del edificio de La Lechera, en Cancienes, no ha podido cumplirse porque ha aumentado el número de personas alojadas ilegalmente, según ha podido saber este periódico.

Artículo puesto en línea el 17 de septiembre de 2006
última modificación el 29 de septiembre de 2006

por Prenseru

 Cancienes está recuperando la tradicion del juego de la llave.

 El aumento de ’okupas’ que viven en una nave de Cancienes impide su desalojo.

17/9/2006

La Voz de Avilés - El Comercio

Cancienes está recuperando la tradicion del juego de la llave
H. F./CANCIENES

Andecha pide la retirada de algas del embalse de Trasona

El vecindario de Cancienes ha logrado recuperar la afición por el juego de la llave, una tradición que fue popular hace años en la localidad. El presidente de la Asociación de Juegos de Antes Santa María de Cancienes, Enrique García Menéndez, agradeció ayer la finalización de las obras del recinto para este juego tradicional en la plaza de Hermanas Bobes, donde anoche comenzaron a disputarse las primeras partidas.

Enrique García Menéndez, subrayó que la entidad se fundó «ante la iniciativa de un grupo de vecinos que coincidimos en la opinión de que los juegos y otras prácticas competitivas siguen teniendo una gran importancia en la sociedad asturiana». García Menéndez precisó que la entidad y los aficionados a la llave agradecen al alcalde, Luis Belarmino Moro, la celeridad para terminar estas obras, así como la finalización de los trabajos de reparación de la bolera en el parque de La Huelga. La entidad se ha propuesta divulgar la actividad entre niños y jóvenes.


17/9/2006

La Voz de Avilés - El Comercio

El aumento de ’okupas’ que viven en una nave de Cancienes impide su desalojo

La orden para que abandonen el lugar, solicitada por el propietario de los terrenos, deberá volver a ser solicitada con los nombres de los nuevos inquilinos

HORACIO FERNÁNDEZ/CANCIENES

OCUPACIÓN ILEGAL. Un nuevo núcleo familiar se ha añadido al de los okupas en la nave abandonada. / R. G.

LA HISTORIA
’Okupas’: la orden de desalojo, solicitada por la empresa Puleva con sede en Granada, no pudo cumplirse debido a que ha aumentado el número de ocupantes ilegales de la nave abandonada situada por detrás del edificio de La Lechera.

Queja: los vecinos temen que se produzcan incendios ya que las personas que habitan en la nave suelen encender fuegos por la noche.
Demanda vecinal de un centro social

La orden de desalojo de un grupo de ’okupas’ en una nave abandonada situada por detrás del edificio de La Lechera, en Cancienes, no ha podido cumplirse porque ha aumentado el número de personas alojadas ilegalmente, según ha podido saber este periódico.

Los terrenos, así como la nave, son propiedad de la empresa láctea Puleva, con sede en Granada, que tramitó la orden de desalojo que no pudo cumplirse debido al hecho de que no constaba el nombre de los nuevos ’okupas’ incorporados al grupo que vive desde hace tiempo en el lugar.

La recuperación del edificio de La Lechera como centro de servicios múltiples es una de las demandas prioritarias del vecindario. Se estima que es una vieja reclamación de la población juvenil que sólo dispone del centro cultural para reunirse los fines de semana y durante el verano. Los jóvenes reivindican actividades culturales y una alternativa al ocio similar a lo que fue el programa ’Ensin Llaves’, ya desaparecido hace dos años. Los campeonatos de scalextric y de tenis de mesa dejaron de organizarse el año pasado en el centro sociocultural.

El vecindario muestra su preocupación por los ocupantes ilegales de la nave abandonada, situada en los terrenos de La Lechera, porque han llenado el entorno de residuos y encienden fuego con frecuencia cerca de una zona de arbustos y plantas.

El grupo familiar es de la etnia gitana y está viviendo en la nave desde hace más de dos años. Los vecinos no entienden por qué han rechazado la oferta de una vivienda en Cancienes que les iban a asignar los servicios sociales municipales. La familia no aceptó la posibilidad de residir en esta zona aduciendo que prefería vivir en Los Campos.

Los vecinos alertan del peligro de que se produzcan incendios a causa de las hogueras a partir de la llegada del otoño, a causa del descenso de las temperaturas. La nave está rodeada de una zona de arbustos, plantas y árboles, por lo que el riesgo de incendio es alto, según argumentaron algunos vecinos de las proximidades que prefirieron mantener su anonimato. Por otro lado, estiman que a la entrada de la nave se han depositado basuras, plásticos y cartones, «una especie de vertedero incontrolado, con todo lo que ello supone en lo que hace a la degradación del medio ambiente y a un presunto foco de infección por la cercanía de las personas que allí habitan», según indicó uno de los vecinos. Otra opinión generalizada es que las basuras depositadas afean el aspecto de un lugar situado cerca de la rotonda que conduce al polígono industrial de Cancienes.

La protesta se hace pública ahora y el vecindario critica el «abandono municipal» en que se encuentra sumido el viejo edificio de La Lechera y sus terrenos colindantes. En agosto de 2004 cayó una columna y la verja del edificio, que la entidad vecinal viene reclamando como centro de usos múltiples. En aquella ocasión se aprovechó para tapiar las paredes de La Lechera, donde vivía otro grupo de okupas.

El vecindario de Cancienes muestra su preocupación por la familia de okupas que habita en la nave, situada en la parte trasera de ’La Lechera’.

La indignación popular se hizo evidente ante el hecho de que el grupo familiar rechazó una vivienda social en Cancienes porque prefiere vivir que le otorguen una casa, pero en Los Campos, que es una zona más céntrica y está alejada de los núcleos rurales